miércoles, 2 de septiembre de 2009

La hora loca

Para los que alguna vez en su vida hayan asistido a alguna fiesta formal en Venezuela, existe un hilo musical que es la más pura tradición de todas las fiestas del país y por como sopla el viento seguirá siendo así por los siglos de los siglos, la cuestión es la siguiente, siempre se empieza con música suave tipo chill out, lounge, o algún bossa'n'whatever (para los más viejos antes se empezaba con Kenny G), luego sigue un set de la Billos, Melódicos, y todo ese merengue de antaño (para que bailen los abuelitos), acto seguido empieza a sonar merengue mas nuevo, alternado con alguno que otro clásico subiendo los ánimos hasta llegar al reggaetón, hasta ahí todo "normal".

Pero siempre llega un momento bizarro, que parece que el dj sufriera de locura temporal, simplemente la música deja de tener esa cohesión que mantiene durante toda la fiesta, este lapsus, mejor conocido como la hora loca, no es más que una licuadora de bizarradas sin sentido, pero como todo el mundo está borracho a nadie le importa y en ese momento el dj puede poner cualquier banda nórdica de metal o una canción de popy y los asistentes ni lo notarían. Yo particularmente había disfrutado de muchas horas locas en mi vida pero un día escuche una hora loca sobrio y la magia desapareció rápidamente, es determinante cierta la cantidad de alcohol para poder apreciar este momento como es debido.

En medio de un desastre de papelillos, sombreritos graciosos y mascaras puede ocurrir de todo, no se respeta a nadie, puedes ver a tu tía rumbera saltando al ritmo de música ligera y a tu primo come gato gritando a todo gañote - ¡¡ILARILARILARIEE!! ¡OH!¡OH!¡OH! - al tío militar serio que nunca echa un chiste, con una trompeta fucsia, un sombrero fluorescente y unos lentes gigantes y a la abuela que a duras penas puede caminar, saltando de un lado a otro bailando tambores, es notable el hecho de que a esta hora el 98% de las mujeres tienen los tacones en la mano. Ahora bien, al parecer en los sombreritos hay burundanga porque al día siguiente tu primo sigue escuchando slayer con cara de cañón mientras mira feo a toda la familia y tu tía te manda a bajarle volumen a coldplay alegando que eso es "ruido de locos" y te ordena poner Olga Tañon, el tío militar retoma su actitud de caudillo y la abuela necesita ayuda para sentarse en la cama, la hora loca es la dimensión desconocida.

Tratar de conseguir coherencia en una lista que incluye desde pégale con el martillo hasta la tarantela, puede hacer que pierdas la razón. Luego de pensarlo muchísimo, creo que la formula es poner música que no tenga la mas mínima relación entre ella, así puedes disfrutar de las nifu nifa y segundos después estar bailando una ranchera y es que el alcohol milagrosamente hace que a nadie le importe y nadie se sienta ofendido, ahí los ves a todos bailando en el trencito al ritmo de la conga y al día siguiente todo extrañamente vuelve a la normalidad, luego uno se despierta con la sensación de haber hecho algo malo y vagos recuerdos que parecen escenas de Eerie indiana.