Antes de comenzar con la historia de los batidos, voy a darles una pequeña inducción de como es el viejo munga (mi padre). Un señor de 71 años (aunque asegura tener 40), mas atlético que yo, amante de las cosas naturistas, ha pertenecido a todas las estructuras de multinivel del planeta tierra (herbalife, omnilife, nature's sunshine, etc.) se cuida más que Madonna, ha rodado por más de 6 religiones distintas a lo largo de su vida y tiene el carácter de un dictador islámico, en fin, el señor ha tenido una vida superinteresante, llena de viajes, maestros orientales, etc. Entre las múltiples cosas peculiares que hace, prepara un batido mañanero desde que tengo 11 años aproximadamente, que vale por 5 desayunos y medio almuerzo.
El batido en cuestión consiste en una mezcla de cualquier cosa que consiga en la nevera que quepa en la licuadora (no tienen idea cuantos ítems cumplen con esa descripción).
A continuación una lista de los elementos más significativos podemos encontrar en los batidos nombrados anteriormente:
- Leche de soya
- Frutas de cualquier tipo (si hay limón se toma leche cortada)
- Pasas, maní, almendras, orejones, merey, etc.
- Avena
- Yogurt
- Cebada
- Nuez moscada
- Canela
(Por lo general el batido viene acompañado de un puño de pastillas de vitaminas y aceite de pescado)
Ahora bien, imagínense todo eso metido en una licuadora, luego licuando hasta alcanzar textura de vomito y que justo antes de salir al liceo te pongan un vaso en la mesa, un puño de vitaminas al lado y tengas que tomártelo con tu padre vigilándote desde la espalda, pretender que te gusta y felicitarlo por el sabor. Estoy seguro de que el valor nutricional del batido es digno de ser estudiado por la nasa para alimentar astronautas... peeeeeeero, la textura, oh no... la textura, son como mini pedacitos de todo y en el fondo se forma una arenilla de cosas licuadas que no es para nada agradable.
El caso es que aunque tengo 25 años, todavía el batido es un elemento constante de mi vida y aunque la mayoría de las veces logre evadirlo tomando mi desayuno favorito (dos tazas grandes de café negro) hay días en los que para mantener el equilibrio en la fuerza, debo hacer un esfuerzo, taparme la nariz y tomarme un vaso en una sola sentada mientras mi padre me vigila cuidadoso para que no se derrame ni un poquito, como viene haciendo desde que tengo 11 años.
Quizás la parte más difícil de digerir, no es tanto el batido, ni la leche de soya, ni los orejones; sino el hecho de tener que felicitarlo por el sabor.
ResponderBorrarSaludos pues.
Como dice la canción "that's the hardest part" haha
ResponderBorrarPor ser participe de esta vivencia durante largos años, no me quedo otra que escribirte un comentario, fue una etapa de mi vida que justamente hace unos dias recordé, soñe con el batidito... imaginenselo, senti hasta el sabor, ese del avena que como no esta cocida, te deja una sensación en la lengua, ella es una de las culpables junto con la cebada de que sea un espeso potaje, y fui tan masoquista que hasta le lleve unas frutas para que me lo hiciera, lastima que no tenia listo los ingredientes bases y no pude tomarlo, tenia que esperar que estuviera lista la cebada, pero me tenia que ir, sino, hubiese sido perfecto para comentarlo en este momento..
ResponderBorrarAhh!! y estoy de acuerdo 100% con mi querido hermano, cuando dice que equivalia a 5 desayunos y medio almuerzo, habia dias que quedaba tan llena que apenas podia cenar, y con el pastillero, bueno, quedabas repitiendo todo el dia el sabor a pescado y el resto era un no se que, es que llegaba un momento que no podias adivinar lo que tenia el batido, creo recordar un ingrediente no muy común pero que odiaba cuando lo echaba, eran los dátiles... sin embargo, mi papá el hombre a cargo de esta receta, y el cual se le hace una antesala bastante creativa por parte de andres, es la base de una familia quizas normal para nosotros, pero extraña para muchos, como dice mi mamá, todos somos bonitos por fuera, pero la tara la llevamos dentro, y cosas como estas son iconos de nuestra familia, que para los ojos de muchos somos envidiables... tenemos un algo que nos hace especiales y entre todos somos un complemento y cada uno tiene sus caracteristicas bien definidas, pero juntos nos comemos al mundo y seria digno de hacer una serie... Senfield se quedaria corto o los Locos Adams, (asi nos catalogaron en mi adolescencia), creo andrés que el tema del viejo te dara mucha tela para cortar,y si te digo, que prefiero mil veces esos batidos fiscalizados mañaneros extranutricionales de aspecto dudoso, donde sentías la mirada en la nuca y que si dejabas un poquito lo tomaba como un insulto, que haber sido ignorada como pasa a menudo, por padres comunes... eres único viejo y se que si llegas a leer esto.. no quisiera estar cerca.
si claro, y puedo venirme en vomita ya....eeeuuuggg
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